Indudablemente el éxito más notorio consiste en la aplicación temprana antes de que se instauren o fijen posturas o patrones motores anormales, lo que dificulta y retarda la mejoría esperada. Es decir los mejores resultados se logran en Lactantes y niños pequeños. Sin embargo por experiencia propia siempre se logran cambios positivos importantes independiente de la edad (niño o adulto) y del grado de lesión.
Lo más importante en primera instancia es la correcta aplicación por un Fisioterapeuta certificado por la Sociedad Vojta Internacional, quien entrena a la familia para que realice el tratamiento de tres a cuatro veces al día en sesiones de 15-20 minutos. El Terapeuta por su parte realizara controles semanales (tres o cuatro veces a la semana) mientras la familia se entrena bien y posteriormente se distanciara la frecuencia de la asistencia de la familia al centro donde se le realiza la terapia al paciente. La esencia de este trabajo en conjunto es el empoderamiento a la familia como coterapeutas ya que con la supervisión constante son los que ejecutan el tratamiento como tal. El terapeuta Vojta se convierte en el modelador del tratamiento y realiza el direccionamiento general del tratamiento pero es la familia quien con la repetición de los ejercicios hace que el tratamiento tenga éxito.